En el gimnasio cerrado del club Atlanta -contiguo a los vestuarios-, cerrado como la esperanza de Morón luego de la derrota, entre los rostros esperada y visiblemente preocupados de los jugadores del “gallo”, estaba el de Federico Iñiguez. El ex volante de Chacarita aceptó el diálogo con el Espolón del Gallo, y nos dio su visión de lo sucedido: “Fue un partido raro, en el que nos habíamos puesto en ventaja a pesar de tener un hombre menos desde los 20’ del PT. En el ST no pudimos aguantar el resultado y luego de los dos goles seguidos de ellos, no pudimos empatarlo. Nos vamos con mucha bronca”. Tratándose de un jugador fino, de buen trato del balón y que intenta siempre jugar con la pelota al ras de suelo, le preguntamos acerca del rival, y nos dijo: “En el PT intentaron pero nos paramos con inteligencia. En el ST se nos vinieron con más insistencia y me pareció un equipo interesante, porque siempre quisieron jugar, y eso te lo demuestra que los dos centrales no la revoleaban nunca, sino que querían salir tocando desde abajo cada vez que podían.” Para finalizar, le pedimos su parecer acerca del ingreso de Gerardo Martinez: “Cuando entró Gerardo tal vez se notó que el equipo se fue más para adelante…” y le damos la razón, las pinceladas del hombre de Moreno le dieron otras ínfulas al equipo, otros tonos no tan opacos, otro color, otro brillo al intento por ir a buscar el empate, aunque no fue suficiente, el destino estaba pintado de azul y amarillo, bohemio, y ya no había lugar ni para un puntito rojo y blanco.
Martin Capaccio.
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