EL BALLET DE "IÑIGUETA"

Foto: gentileza Osvaldo Abades (h)

A un costado del vestuario local, los 3 personajes estaban charlando, como alejados, como amigos que son, abstraídos del resto de periodistas, dirigentes y jugadores, como ensimismados, completamente al margen de la escena, pero estaban en la escena. El “Dani” Ponce, “Iñigueta” Iñiguez y el “Pelado” Lillo, cada uno con su apodo, como si fuera un símbolo, una marca registrada. Estaban como habían estado hace un rato en al cancha. Podría haber sido una imagen del partido, los tres juntándose a dialogar futbolísticamente, un encuentro como en el que en más de una oportunidad tuvieron “Fede” y “Dani”, sin ir más lejos, en el segundo gol de Morón. Y el “Pelado” a un costado, custodiando, aportando su entrega, poniéndose el overol para que los virtuosos pudieran ejecutar su mejor música. A eso hizo referencia el titiritero y doble cinco titular del “gallito”: “Estamos contentos, veníamos buscando tener el juego que tuvimos en este partido y sobretodo poder ganar”. A su turno, el volante que pasara por el fútbol griego y que esa noche ocupó el lugar de Lucas Sparapani destacó las claves del triunfo: “Tuvimos un buen juego, mucha movilidad, mucho toque e hicimos los goles rápido”. El partido frente a Sarmiento marcó el debut de Ponce en la titularidad con “Cachín” Blanco sentado en el banco de los suplentes. Tuvo una buena función, y aquí contó que pretendía de él del D.T.: “Que me junté con Rodrigo, con Fede, con los delanteros. Y también me pidió que juegue por derecha, que cuando pudiera cerrarme un poco lo hiciera y que intentara tocar siempre que pudiera”.
En eso estábamos, cuando desde lejos apareció la voz de Lillo aludiendo a Iñiguez. “Le decimos “Iñigueta”, porque juega y toca, y toca muy bien”. Es cierto lo que dice el “Pelado”, Ferico Iñiguez juega con una elegancia de ballet. Tal vez Morón no se mueva como el ballet de Iñaki Urlezaga que el sábado se presentó en el obelisco de Buenos Aires para una función extraordinaria de “La Traviata” –ópera del compositor italiano Giuseppe Verdi-, pero de a poco se va adueñando de un estilo y forma que sin dudas lo distingue. Su virtud radica en que no sólo se distingue él, sino que hace jugar al resto, y cuando se juntan los que saben jugar, generalmente, hacen mejores a los compañeros. Entre risas, el ex volante central del “funebrero” halagó a su compañero debutante: “”Dani” pudo demostrar que tiene que jugar. Necesitábamos este triunfo para estar tranquilos nosotros y también para darle tranquilidad a la gente”, y luego completó: “Veníamos con mucha bronca del fin de semana, porque se hicieron las cosas muy mal pero por suerte ante Sarmiento jugamos bien, ganamos, y nos vamos tranquilos a casa”. Antes de irse, subrayó lo que veníamos marcando: “Lo mejor del equipo fue el trato de pelota y que nunca nos desesperamos porque sabíamos que haciendo las cosas bien, los goles iban a llegar.”. Seguramente, si se repiten funciones como la dada ante el equipo juninense, van a llegar más goles a favor que en contra, y en definitiva, de eso se trata el fútbol.

Martin Capaccio.