sábado, 11 de diciembre de 2010

"OJALA ME PUEDA GANAR UN LUGARCITO"



Su ingreso fue decisivo para que el “gallo” pudiera obtener el triunfo frente al “dragón”. Nahuel Chacón reemplazó a Rocchi a los 41’ del complemento y con una sencillez casi cotidiana se refirió así a su participación en el partido: “Me pidieron que entre con todas las ganas y por suerte salió la jugada del gol”. Hizo lo que Morón no había podido hacer en toda la noche, controló el balón entre dos rivales, tocó limpio para un compañero, se abrió por su andarivel para recibir la devolución de la pared, avanzó hasta el fondo, levantó la cabeza y tiró el centro del gol, pero el pibe nacido en Capital Federal, lo contó más sencillo: “La jugaba del gol vino de un ataque de ellos, por un rebote me quedó la pelota en mitad de cancha, me pude encontrar con David y pude ir a buscar la devolución porque se había abierto un espacio. Luego tiré el centro y por suerte estaba Damián para hacer lo suyo”. Sin dudas Defensores fue un adversario duro, que estuvo siempre bien parado, que mordió en todos los sectores del campo de juego y no se la hizo fácil al “gallo”: “ellos estaban bien parados atrás, se cerraban bien cuando nosotros atacábamos, ponían las dos líneas de 4 juntas y no nos quedaban espacios”. Respecto al juego de su equipo, ensayó una buena autrocrítica: “En este partido de local no pudimos tener el juego que quisimos y que si lo tuvimos en los dos anteriores en esa condición, ya que tuvimos más espacios para jugar. De todos modos lo importante ahora es sumar de a tres y pensar en el partido que viene para cerrar lo mejor posible el año”. No obstante, destacó la actitud de sus compañeros: “Fuimos a buscarlo siempre, no dimos ninguna pelota por perdida y cada vez que teníamos la pelota tratamos de jugar. Teníamos en cuenta que ellos eran un rival muy fuerte e iban muy bien de arriba, pero creo que la virtud del equipo fue no dar por perdido ningún balón”. Algunas veces los triunfos hacen nublar la mirada, aunque por cierto, este no es el caso: “Pudo haber sido un empate, por suerte tuvimos la última nosotros y entró. Ellos también tuvieron sus chances y chiche tuvo un partidazo.” Finalmente, se despidió con un deseo: “Yo me siento cómodo jugando con el que me toque jugar. Ojalá me pueda ganar un lugarcito. Lo importante es que se sumaron tres puntos y sirvió para ganar. Después, si en lo individual estoy bien, bienvenido sea.” Así es Nahuel, sincero, concreto, discreto, va golpeando la puerta de la titularidad casi como pidiendo permiso. Cuando se le abra definitivamente, será hora de perder toda timidez y demostrar todo lo que insinuó en sus dos últimas presentaciones.

Martin Capaccio.

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