viernes, 14 de enero de 2011

Maro "El relato de los primeros 35 minutos de juego de la copa africa: resultado parcial..."


Y se vino el mail largo, tal vez m'as razonado, con la alegr'ia de ir 1 a 0 y con la sensaci'on de que s'olo cabe ir mejorando.
Aqu'i desde Aswan, a los 15' del PT.
Como hab'ia dicho, Madrid no recibi'o como no imaginaba. Fue como cuando en la vieja 'epoca, ibas acompaniado de alguien a la cancha, y el tiempo daba para ir a ver la reserva, y tu equipo mostraba los mejores jugadores que estaban por venir. La caminata en soledad por la capital espaniola, los caf'es en la Puerta del Sol y en Plaza Mayor que te sacaban el y del fr'io, la charla con Francisco, el jubilado pintor admirador de Joaqu'in Soroya PORQUE PINTABA LAS COSAS QUE LE GUSTABAN, el espaniol dixit.
Pero el verdadero partido empez'o en Jordania, mas precisamente en su capital, Amm'an. Hab'ia cagaso, debo confesarlo, porque adem'as ven'iamos de un muy buen trato en Madrid... y la llegada fue con problemas: nos pidieron pasaporte, se lo llevaron, lo fotocopiaron, y nos pidieron explicaciones del mate... Luego de sortear el primer escollo, apenas comenzado el encuentro, nos dimos cuenta que est'abamos tranquilos, que si hab'iamos mantenido la calma ante el primer embate, la defensa al menos, estaba bien parada.
A partir de ah'i, todo fue agrandarle la memoria a los ojos, ponerle un zoom a los ojos y dejarse llevar por el mundo 'arabe.
En Amm'an encontramos muy buen clima, anduvimos todo lo que las colinas entre las que se encuentra la ciudad nos permitieron, adobadas con buen sabor isl'amico. Las curiosidades religiosas -la mezquita en la que sali'o un musulm'an de adentro a gritar NO WOOMAN, NO WOOMAN, cuando vi'o que Meche estaba ingresando, y luego la otra, en la que meche pudo ingresar vestida de con el atuendo negro tapada hasta la cabeza, son recuerdos que nos van a borrar f'acilmente. Mis zapatillas junto a las botas de un soldado y las pantuflas de otro isl'amico que rezaban al lado m'io, es una foto de este viaje. Ni que hablar de la comida jordana, que junto al buen trato que de a poco se empez'o a hacer sentir, fueron condimentando una estad'ia que te levantaban el a'nimo a la altura de las colinas.
Al otro d'ia conocimos Jerash, antigua ciudad que perteneci'o a Roma, con una calle atiborrada de columnas corintias a los costados que te recib'ian y te hac'ian sentir como en las olimp'iadas, m'as un arco que se levantaba con el orgullo de sentir que le estaba viendo la cara al arquero contrario. En Amm'an, luego del arrebato casi al inicio en el aeropuerto, est'abamos jugando bien, tranquilos, pero luego de Jerash, fuimos al Mar Muerto, a flotar un rato en campo contrario. En el medio, un almuerzo exquisito nos alegr'o el tard'io mediod'ia y por la tarde emprendimos un inolvidable viaje en combi, a los gritos y con m'usica de m'as 'arabe que La Meca, durante 3 hs y media del norte al sur del pa'is... La primera parte del viaje fue algo tensa, con esa sensaci'on de que en cualquier momento, se puede pudrir todo y vos est'as en el peor lugar de la cancha. Pero luego de la primera parada en un caf'e irresistible a cualquier inciso no ya ni siquiera norma ISO, nos hicimos AMIGOS. Pr'acticamente no hablaban ingl'es, y meche me preguntaba c'omo es que terminamos ah'i.... y, yo quer'ia sentirme en el medio de su cultura, yo no pod'iamos esquivar esa chance inaudita. La cosa es que cuando entendieron que eramos argentinos, empez'o el baile: MARADONA, MESSI, HOLA-HOLA PEPSI COLA, y ah'i par'o... pero con un Jordano -el m'as simp'atico d etodos, o el m'as animado- empezamos a charlar por senias, por alguna palabra perdida en ingl'es que 'el sab'ia, y le termin'e tomando las capitales de todos los pa'ises que yo recordaba eran 'arabes: se las sab'ia todas... se ve que al tipo le gust'o el juego, y empezamos a jugar con europa, pero ah'i el tipo ten'ia un gran consusi'on, por eso, cada vez que 'el acertaba -PORQUE SALVO PARIS Y ROMA, EL RESTO LAS ACERT'O- esperaba que yo le chocara la mano, y claro que lo hac'ia, y con gusto. La combi se convirti'o en una fiesta para mi, mientras meche ya m'as tranquila, se durmi'o un rato.
Al llegar a Petra, nos hicimos unos mates en charla con Cersare y Consuelo, unos italianos de Mondolfo, Ancona, con toda la onda. Para no ser menos, cenamos en un restaurant de tan buena onda que nos regalaron la entrada y el postre, s'olo por sonreir y contar, cuando nos pregutaron, que 'eramos argentinos. Hummus con cordero, servido en un coraz'on hecho de una pasta muy rica para untar con trocitos de cordero... eso solo de entrada. Luego compartidos cosas riqu'isimos y un postre muy raro y muy rico:baglawal, una especie de pastelitos d de membrillo o batata -la masa- con almendras.
AL otro d'ia fue la visita tan esperada a Petra...mmm La ciudad nabatea es hermosa desde d'onde se la mire, a la hora que fuere porque siempre es distinta de acuerdo al color que el sol vaya eligiendo para sus piedras... a veces rosa, otras rojizo, otras marfil...tiene una entrada larga que la va anunciando, porque and'as como 8 cuadras en un paisaje entre lunar y des'ertico, para luego entrar en un tunel de 1 km, angost'isimo, de rocas de 200 mts de altura que de a ratos s'olo permiten imaginar un cielo celeste. Luego el corredizo se abre a un templo cuya fachada fue esculpida en la roca y de casi 50 mts de alto. Monumental...te mete miedo, casi te prepotea ese monasterio que registrado unos anios antes de Cristo. De ah'i nace un camino a cuyos costados permanecen bastante bien conservada, lo que fue hace m'as de 2000 anios, una ciudad. El colorido es descomunal, matizado con camellos, asnos y caballos montados por 'arabes que parecen todav'ia en la edad media. Ascendimos por una montania durante 45' y nos encontramos con otro patrimonio de la humanidad: otro templo tallado en la piedra, m'as alto que el anterior, pero en medio de una planicie de arena que te parece un suenio. A los costados, desde lo alto de las montanias, se pod'ia ver el monte Sina'i y el de Aar'on. Impon'ia respeto asomarse por all'i, estaba como esper'andote el precipicio... Al borde, un asno que miraba con poco inter'es como un muchacho con una remera amarilla, un saco con cuero de oveja, un faso y una botellita de cania, lo contemplaba... HELLO, I'M BEDUIN, WE ARE YOU FROM? nos interrog'o a meche y a m'i, que junto al asno, era todo el p'ublico que ten'ia. Luego de relatarnos toda la artiller'ia pre-fabricada que nos acostumbran cada vez que nos reconocen argentinos, -a veces, los m'as conocedores incluyen a Batistuta, aunque este no era el caso- nos cont'o que era un poco falopero, y le gustaba ir todas las tardes a ese lugar, para apreciar la vista. Meche se desilusion'o un poco porque ese beduino no representaba sin duda alguna, al resto de los que hab'iamos visto, con el atuendo en la cabeza, trajes largos y antiguos, serios, t'imidos y poco parlanchines.
El segundo d'ia en Petra pareci'o que el complejo nabateo se hubiera vestido de gala. Un sol y un cielo impresionistas adornaban la bella ciudad. Nos encontramos con los italianos y unos espanioles -canarios- que hab'iamos conocido en el avi'on -el espaniol, un tipo de unos 45 anios, fan'atico del Perito Moreno, fue a argentina para ver caer un pedazo, pero no pudo, y luego lo sigui'o por intenet, y cuando lo vio caer, se emocion'o...Nos despedimos a pleno sol y comiendo Shawarma, pasamos a saludar a Mahmed, un pibe muy copado que nos prest'o cofias y toda la indumentaria para sacarnos una foto bien musulmana.
Para reyes fuimos a saludar la Mezquita donde meche pudo ingresar y luego partimos al Cairo.
EL debuto fue bueno pero incierto: del aeropuerto tomamos un bondi com'un,mucho peor que el 86 de Ezeiza a Once, pero nadie podr'a negar que con todo el sentimiento y bien metidos de entrada en el coraz'on de sentirse al menos por una hora, un egipcio. Casi ning'un egipcio hablaba ing'es, y con un japon'es convinimos que en todo caso, nos perd'iamos juntos. Llegamos a la estaci'on Ramses, una especie de Constituci'on, con 100 veces m'as ruido, smog, gritos y bocinazos... pero tambi'en 100 veces m'as seguro. Caminamos duraten media hora en medio de un tr'afico irreverente en unas calles muy habanescas, hermosas, pero exageradamente mugrientas.
Luego de instalarnos, salimos a recorrer el centro, en busca del Nilo. Como a las 6 ya era de noche, a las 7 est'abamos mateando con facturas tan ricas como las nuestras que encontramos en una panader'ia en la que tuvimos que aprender los n'umeros en 'arabe.
Amanecimos un viernes, como un domingo nuestro, y nos fuimos casi ineludiblemente a ver las pir'amides y promediando los primeros 30', lleg'o el gol. Por el este del desierto, entrado por el costado del sol cuando despierta, como entre nubes de arena, se asomaba y avanzaba el GAMAL Michael. El tipo la recibi'o en mitad de cancha, desbord'o con nosotros entre las jorobas y hech'o el centro - a lo luli r'ios-, que por el segundo palo Keops -la mas grande de las 3 pir'amides- bajo de cabeza para Micerinos, la m'as chiquita, que tir'andose de palomita sobre la arena, mando el bal'on a un costado de un cielo demasiado celeste, que se vest'ia de red. Tal vez las pir'amides con ese cielo, necesariamente tiene que ser gol, como dice Victor Hugo, pero el desborde del camello Michael, al que 'ibamos montados con Meche como conductora, lo hizo inolvidable.
No import'o que luego fueramos a Saqqara, que termiaramos el d'ia en un caf'e que est'a en pie desde 1891... la euforia del gol pod'ia m'as que le cansacio... de a poco se iba armando el equipo, y al otro d'ia, entraron a jugar los barrios del Cairo. EL isl'amico, es una cosa de locos..ah'i no hay casi turistas, y perderse en sus callejuelas es f'utbol, como entrar al 1100 casi sin darte cuenta, d'onde los musulmanes viven casi igual que en aquella 'epoca, la misma ropa, la misma mugre, con alguna tv y alg'un auto que pasan como desubicados en medio de tanta antiguedad.

Continuar'a...

Martín "Maro" Capaccio, desde el viejo continente

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