Morón cerró su año en un aburridísimo partido frente a Temperley, donde ambos equipos jugaron solamente para cumplir y se dividieron los puntos finales.
Después de un bochornoso campeonato, el gallo cerró su participación de local en un partido que por horario y clima, no atraía a mucha gente. Además de las condiciones mencionadas, el partido desde lo futbolístico fue de los más pobres del año por parte de ambos equipos, en un primer tiempo donde no hubieron atajadas de ninguno de los dos arqueros y la mayoría de los toques eran intrascendentes y cansinos.
El segundo tiempo mantuvo la misma tónica de partido hasta el ingreso de Curruhinca y Schonfeld, que por los costados aportaron verticalidad y jugadas individuales que no pudieron ser concretadas. Si hay algo para destacar fue el debut de Roncarolo, el delantero de la reserva sumó sus primeros minutos en la primera del gallo aunque casi sin oportunidad de tocar la pelota.
Morón finalizó uno de sus peores años desde su regreso al Nacional B y si quiere cambiar la cara, quienes están a cargo deberán pasar una escoba muy grande en cuanto a jugadores y de ser posible, concretar la llegada de un técnico de renombre que pueda devolver la ilusión a los hinchas.