lunes, 11 de enero de 2016

Mano a mano con Fabio Farias

El último viernes, el Espolón del Gallo se dio el lujo de cambiar unas palabras con el goleador del último campeón de la cuarta categoría de inferiores de Primera B, Fabio Farías, quien convirtió 23 goles en igual cantidad de partidos y desde este año integra el plantel de primera división del Deportivo Morón.

Cómo se combinan la frescura que te da venir de haber salido campeón en tu último torneo en 4ta con u vestuario lleno de jugadores de primera? Hasta dónde te da fuerzas para amalgamarte bien y hasta dónde estás buscando todavía tu lugar?
Es lindo lo que está pasando, hay que pelearla para ganarse el puesto, bancarse todos los entrenamientos con esfuerzo,  dedicación y confianza.

Sentís que hay una buena recepción para los pibes?
Nos sentimos bien, sentimos el apoyo del técnico, de los profes, de los compañeros, y veo un buen plantel.

Qué te sugirió, qué te aconsejó el Chino Lara –su último D.T.- al despedirte y decirte “bueno Fabio, ahora vaya y haga su camino en primera”?
Me dijo que ahora empieza mi camino, que tengo que andar solo; que la pelee, que la luche siempre hasta el final, que nunca baje los brazos y que haga lo que sé hacer, goles y, jugar…
           
Qué recuerdo tenés de él, de algún momento especial en el campeonato en el que te haya marcado algo que después te sirvió?
Lo que más acuerdo o me emocionó, es cuando el Chino me decía que si llegaba a 15 goles en el campeonato él iba a pelear por mi contrato. Y cuando hice el gol 15° con San Telmo y casi se me va una lágrima ahí, por la emoción… lástima que ese partido lo perdimos 2 a 1, y entonces tuve una sensación de alegría y tristeza a la vez, un poco rara pero linda.

Cuál fue la primera imagen, distinta o el primer color, la primera sensación que tuviste por la cual te diste cuenta que estabas en un lugar nuevo? 
El respeto que hay, la maduración que hay, se ven muchos cambios. Te cambia todo en realidad, ya es otro nivel y hay que adaptarse rápido.
Es cómo el primer día del secundario?
No, es más lindo.

Maro Capaccio

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