martes, 15 de febrero de 2011

JUGADOR X JUGADOR: 25ª FECHA




El partido en Caseros se pareció a un naufragio. Aturdido, sin saber qué hacer ni cómo, el agua iba tapando poco a poco la débil oposición que ofrecía el equipo. Probablemente no haya sido el peor partido del "gallo", pero la mala noticia es que seguramente haya sido una de las mejores performances de su rival de turno. Aquí publicamos, el habitual uno por uno de lo que dejaron el domingo por la tarde, los 12 tripulantes de la formación que presentó "cachín" Blanco en la batalla naval perdida en Caseros. Ojalá vengan vientos de cambio y la tripulación se, y le regale un triunfo a todos los hinchas, ante el "torito" de Mataderos

A. MIGLIARDI: El que siempre se esmera, se esfuerza, hace todo lo posible porque a su equipo no le conviertan. A Morón le hicieron 3 goles, y el arquero tuvo una buena actuación salvando tres situaciones claritas de gol, fue uno de los mejores. Y bueno, todavía “chiche” no puede hacer lo imposible.
R. ACOSTA: Flojo en defensa, se vio superado por su andarivel. Tal vez le sirva como atenuante que no tuvo un volante fijo por su punta que lo ayudara. Intentó con poca suerte en ataque, aunque tuvo una jugada individual en la que luego de apilar por lo menos a 3 rivales, quedó mano a mano con el arquero rival y luego remató al bulto. Si hubiera definido mejor, hubiera sido un golazo.
C. GONZÁLEZ: Padeció la mala tarde junto al equipo. Debe recuperar el vigor que lo catapultó como uno de los valores más importantes que rápidamente se asentaron en primera. Tuvo un cabezazo de empate, pero estaba con la testa en otra parte.
G. BAÉZ: Lamentablemente no está en un buen momento. En alguna parte del campeonato, pareció ser la voz de mando de la defensa, una especie de capitán anímico que todo equipo necesita. Quedó marcado por el conflicto de la pretemporada y la gente le perdió la fe. Debe recuperar la credibilidad. Ojalá así sea.
D. REANO: Lo desbordaron tanto como al otro lateral. No tuvo firmeza en la marca. Se sumó un par de veces en ataque, pero tibiamente. Tiene buen pie, pero está en un bajón.
F. IÑIGUEZ: Tenía la difícil tarea de ser el conductor de este barco sin timón ni timonel que fue el “gallo” el otro día. Hizo lo que pudo, como los músicos del Titanic que seguían tocando mientras se hundían junto al crucero.
H. BRUNO: La llegada de Pinto lo destiñó. En vez de mejorarlo, lo confundió. No supo si ubicarse en la mitad de cancha o cubrir los inmensos huecos que dejaba en el sector derecho el desprendimiento de Iñiguez. Tal vez sienta que le ocuparon el lugar, y anda merodeando la zona, errabundo, sin saber para dónde ir. El equipo extraña a su bombero del mediocampo.
G. PINTO: Más que doble cinco fue “menos” cinco, porque ocupó el lugar del “gringo” pero sin su movilidad, y el de Iñiguez, sin su gambeta, toque y rápido desmarque para ir a buscar. Le sobra experiencia, es hora de que la empieza a usar.
J.P. ROCCHI: Ocupó la zona media de la línea de volantes. No se equivocó en sus movimientos y entradas, pero tampoco tuvo ninguna intervención decisiva, ni en ataque ni en defensa.
D. BARRIOS SUAREZ: Junto a “chiche” Migliardi, en medio del naufragio de Morón y con balde en mano, sacaban toda el agua que podían del barco. Resultó imposible, aunque cuando el partido estaba nada más que 0-1 abajo, luego de sacarse un hombre de encima y quedar mano a mano con el arquero, le hizo una caricia a la pelota que caprichosa, fue a dar contra el palo y luego volvió al campo de juego.
M. CONOCCHIARI: Corre todos los balones, pero casi no llega a ninguno. A su favor se puede decir que casi no le llega una pelota clara. La realidad es que a esta altura, los delanteros de Morón tendrán que ir sabiendo que deberán ser autosuficientes o de lo contrario, no verán nunca más el rostro de los arqueros rivales.
G. ADA: El vocablo “Hada” viene del latín, y significa hado o destino. Sin dudas, el destino del partido ya estaba marcado hacía rato cuando Gastón ingresó. Enredado entre sus propias alas, tal vez intentó, pero no pudo nunca asociarse con sus compañeros.

Martin Capaccio.

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