Tenemos un arquero que es una... y si, Chiche Migliardi es de luxe, una joyita, lo mejor que tiene el Deportivo Morón por estos momentos. Hoy se tapó de todo... Dos mano a mano con un cabezazo a quemarropa en el primer tiempo cuando el delantero quedo sólo frente a él y con el pecho evitó que la pelota ingresara en su arco. Una emboquillada perfecta del delantero de Acassuso Romero a la que, arqueando todo su cuerpo y estirando su mano derecha mandó al corner. Además se cansó de bajar centros que llovían junto con la tarde durante todo el PT. Luego, en el ST paró la lluvia pero el capitán de Morón no paró de tapar jugadas de riesgo sobre su arco. Por lo menos salvó cinco pases a la red, cinco pelotas que tenían sed de gol. A todo ésto, corresponde aclarar que el gallito no hizo un mal partido. Con las primeras gotas de la tarde se encontró con el gol que le dio Nico Falczuk –de aceptable actuación-. Luego, cuando todavía intentaban acomodarse al terreno resbaladizo Mandarino niveló las cosas. De allí en más, el “quemero” llevó las riendas del juego pero se encontraba con una muralla en el arco visitante. La defensa del gallo se paró bien durante el PT aunque en algunas situaciones descuidó un poco a su arquero. El más firme de los de atrás fue el príncipe de Dolores Sebastián Lamacchia, que ahuyentó cualquier atisbo de extrañar a Báez. El mediocampo tuvo mucha entrega. López pecó por exceso y se fue a las duchas antes de los primeros 30’. A pesar de ello, el gallo no retrocedió y si bien nunca tuvo el monopolio del balón ni de la situación, jamás resignó el ataque. En la segunda parte el partido siguió siendo entretenido. El local se posicionó más arriba y se acercó con peligro. Siempre estaba “chiche” para sostener el empate. También ayudaron Bruno y Vega, dos estandartes a la hora de sudar gotas cuando la lluvia había cesado, pero no el embiste de los dirigidos por Nardoza que iban e iban en busca del triunfo. Ceresetto no tuvo una buena tarde, tal vez algo aislado cuando el equipo se quedó con uno menos. No obstante tuvo una chance cuando Vega lo dejó cerca de Rhul y el goleador tomó una decisión equivocada. Falczuk se las ingenió mejor para intentar algún desborde por las puntas. Morón lo pudo haber perdido en más de una ocasión, pero en el final del partido, metió dos contragolpes que casi le dan el triunfo. Hubiera sido injusto. En definitiva se vio un partido entretenido, en el que los del oeste siguen sumando pequeñas enseñanzas, como jugar en inferioridad numèrica durante 60’ y no resignar el arco contrario. Claro que todavía quedan muchas cosas en el debe, pero van habiendo algunas en el haber...
Martín "Maro" Capaccio
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