El Morón de los dos triunfos consecutivos salió al campo con una sola variante: Carlos Emanuel Escudero ( primer partido en la era Méndez y segundo desde que está en Deportivo Morón) "mostró algunas sutilezas" -habilidoso- lo hizo por Lovera (lesionado).En el primer tiempo el "Gallo" tuvo algo más de alas fútbolisticas ( Ej:Bruno, Vega y López) que es su rival; igual este período fue anodino y casi aburrido. En el complemento nos mirabamos en el palco de prensa (Chiki Barreira, Laura Camiño,Agustina Ortega,Hernán Valdéz, Adrián Pollo Pereyra, Hernán Dufau y los visitantes con Miguel Leyes a la cabeza)como pensando "se vendrá un segundo tiempo soporífero?", pero no fue así, nos entretuvo el cotejo más que nada por las incidencias: a los 4' Collavini mandó el tiro de esquina desde la derecha con pierna izquierda, Leguizamon la peinó hacia el área y Gonzalo Peralta le ganó la posición a su marcador para empujarla de derecha y abrir el marcador; hasta ahí inmerecido, para colmo por un momento los locales sintiendo el impacto no reaccionaban, pero después con el coraje de los jugadores, el aliento del público que no fue tan numeroso (el bono jugó una mala pasada, para los de la popular: $20;no así para los plateistas que desembolsaron $50 y ahí sí estaba colmada.)y la decisión del técnico que sacó 2 defensores (Cerrutti y Reano),colocando un enganche (Zelaya)y un delantero (Bilbao). Puso al Gallo contra el Lechero en un plano inclinado hacia el arco de las vías del ferrocarril: desperdició algunas R.López, por ejemplo en una donde metió la mano al balón en vez de meterla en el fondo de las mallas; Morón utilizó todos los recursos con el sinónimo que usted elija: se adelantó, avanzó o atacó;el travesaño le negaba el empate y un Anconetani, que tapaba todos los defectos de su defensa. Los "lecheros" por designio de Bravi,se acorralaron en la última línea, exagerando la pérdida de tiempo constante y descarada;hasta el impresentable Fernando Rapallini, secundado por Mario Medina y José Mendoza se percató de ello y adicionó 6 minutos...y no la vimos entrar al Urbano, a la señora justicia que se hizo presente en el úuuuultimo centro de la noche yluego de algún que otro rebote Hernán Bruno paró la pelota y le pegó proclamando el empate. El resto fue todo algarabía.
Por Raúl Lucero.
sábado, 10 de abril de 2010
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