Morón y Almagro dividieron los puntos en una fresca tarde donde el nivel del partido fue acorde al espantoso campo de juego que niveló el encuentro para abajo, evidenciando por qué ambos equipos están en la zona lúgubre de la tabla.
Cristian Díaz ratificó su decisión de jugar con tres delanteros, y debido a la lesión de Berterame y el pobre nivel de Curruhinca, salieron a la cancha Sala y Schonfeld, que junto a Olivares por García fueron las modificaciones para este partido. Si bien en algunos pasajes Morón buscó asociarse, el campo de juego y la incapacidad futbolística determinaron que ese no iba a ser el camino para lograr la ventaja, más aún cuando Olivares, uno de los ejes de juego, debió salir por una grave y preocupante lesión.
El complemento no varió respecto de la primera mitad. El gallo no es un equipo que preocupe a su rival por sus propios méritos y cuando Romero tuvo una de esas jugadas a pedir para los delanteros, con el defensor de Almagro resbalándose por el nefasto campo de juego justo antes de controlar la pelota, frente a frente ante el arquero, el nueve de Morón soltó un remate flojito que Limousin pudo controlar y evitó la ventaja del local, que otra ocasión no iba a tener.
Si se desea rescatar algo, volvimos a ver un equilibrio y un orden que este equipo nunca había logrado conseguir, dando la sensación de que no se pega tantos tiros en los pies más allá de que se enfrentó a dos de los peores equipos del torneo. Ahora siendo objetivos, Morón nuevamente volvió a demostrar que es un equipo mediocre en general, con individualidades bajísimas y con un corto repertorio de armas ofensivas pareciendo que aunque le regalen el gol, no va a poder convertirlo.
Dale Gallo!!⚪🔴⚪
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