Fue mano? No se vió tan claro si fue la mano o el antebrazo, dónde haya pegado… Pero no importa o, si, justamente, esa imagen se pasea con la mano de Luis Suárez en Sudáfrica, que lo dejaba manco del mundial a él, pero que clasificaba al equipo… Y no le importó o, en todo caso no lo midió porque eso tal vez no se mida, quizás sea instintivo, algo que se revela, como si les naciera desde adentro, a los que anteponen el equipo a ellos mismos…
Y después de mucho no encontrar esa mano que no veía, mi hijo me mostró... Me mostró que la pelota tenía un leve matiz, casi imperceptible, como el color de un abrazo, o el de una ilusión…
-En el corazón papá, le pegó en el corazón, me dijo asombrado por la evidencia que yo no podía percibir. Y agregó: - No dicen que Lillo juega con el corazón en la mano?
A Cristian Lillo, que juega con la frescura de la infancia.
Imagen: Matías "Pampa" Ianazzo.
Texto: Martin "Maro" Capaccio
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