Hoy Morón no fue tibio, sino que no le dio el piné, porque
por un rato pareció complicar a Acassuso con algunos desbordes o alguna guapeada
de Mendieta que nadie pudo conectar. Lillo intento pero no pudo, Altobelli tuvo
una y se la taparon, después no hubo mucho mas. Esto fue suficiente para decir
que el Gallo careció de la astucia necesaria para encarar un partido cerrado o
de la fuerza, la vehemencia innata para ir a ganar un partido no ya desde lo futbolístico
sino desde lo emocional.
domingo, 26 de julio de 2015
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