Estudiantes logró un triunfo importante ante Deportivo Morón
por 2 a 1,
en una ráfaga de goles en la primera mitad.
A pleno sol en una tarde de sábado. Así se jugó el pseudo
clásico entre Estudiantes y Morón. El “Pincha” con la necesidad de empezar a
sumar de a 3, y el “Gallo” continuar con el buen juego plagado ante Almirante.
El comienzo del encuentro, fue todo para el equipo de
Giunta, en esta oportunidad vestido de azul. Muchos tiros desde media y larga
distancia, y un Altobelli movedizo e inquietante en la delantera. Como contra
partida, el equipo de Anselmo la tuvo en los pies de Batallini, que muy egoísta
de su parte, prefirió patear al arco teniendo a Chávez en mejor posición. Pero
a los veinticuatro minutos, llego una ráfaga de goles, un vendaval de
sensaciones encontradas en el estadio. Primero, Gerardo Martínez clavó desde
larga distancia un tiro libre al ángulo, exquisito, sublime. Pero minutos
después, Rodrigo Lemos cometió penal. Fue Diego Torres quien estampó el empate.
Para cerrar este tifón de emociones, Ramiro Martínez sacó rápido del arco para
Nahuel Benítez, que la paró de pecho en mitad de cancha y comenzó la marcha. Al
llegar al área, eludió un defensa y remató. Al rebote en Peratta, apareció
nuevamente Diego Torres. En cinco minutos, pasó lo mejor del partido.
La segunda parte, muy poco de ambos lados. Los bostezos se hicieron
presentes. Las modificaciones que realizó Blas no sirvieron de nada. Sobre el
final, el ingresado Strillevsky, en una jugada individual muy buena, fue
controlado por Peratta. Para no ser menos, Ramiro Martínez, en minuto de
descuento tapó dos complicadas, la última a Altobelli.
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